La plantación y propagación del geranio inglés
Plantar y propagar el geranio inglés son dos procesos gratificantes que permiten no solo establecer nuevas plantas en el jardín, sino también multiplicar tus ejemplares favoritos para compartir o expandir tu colección. A diferencia de la siembra a partir de semillas, que puede ser un proceso más largo y con resultados variables, la propagación a través de esquejes garantiza la obtención de plantas idénticas a la planta madre, conservando todas sus características deseables, como el color y la forma de la flor. La plantación inicial, por su parte, sienta las bases para el futuro desarrollo de la planta, por lo que es crucial realizarla correctamente. Prestar atención a la calidad del sustrato, la elección del contenedor y la técnica de plantado es fundamental para asegurar un establecimiento rápido y un crecimiento vigoroso desde el principio.
El éxito de la plantación comienza mucho antes de que la planta toque la tierra; se inicia con la preparación del sustrato. El geranio inglés es especialmente sensible al exceso de humedad en las raíces, por lo que un sustrato con un drenaje impecable es absolutamente esencial. Una mezcla casera eficaz puede consistir en partes iguales de tierra para macetas de buena calidad, compost maduro para aportar nutrientes y perlita o arena gruesa para mejorar la aireación y el drenaje. Evita el uso de tierra de jardín pesada y arcillosa, ya que tiende a compactarse y retener demasiada agua, lo que inevitablemente conducirá a problemas de pudrición radicular.
La elección del contenedor adecuado también juega un papel crucial en el éxito de la plantación. Las macetas de terracota o arcilla son una excelente opción, ya que su porosidad permite que el sustrato se seque de manera más uniforme entre riegos, reduciendo el riesgo de encharcamiento. Asegúrate de que cualquier contenedor que elijas tenga suficientes agujeros de drenaje en el fondo. El tamaño de la maceta debe ser proporcional al tamaño del cepellón de la planta; una maceta ligeramente más grande que el sistema de raíces actual es ideal para permitir el crecimiento sin crear un exceso de sustrato húmedo no utilizado.
El proceso de plantación en sí debe ser cuidadoso. Saca la planta de su contenedor original con delicadeza, tratando de no perturbar demasiado el cepellón. Si las raíces están muy compactadas, puedes masajearlas suavemente para aflojarlas un poco y estimular su expansión en el nuevo sustrato. Coloca una capa de la mezcla de sustrato en el fondo de la nueva maceta, sitúa la planta en el centro asegurándote de que la parte superior del cepellón quede aproximadamente a uno o dos centímetros por debajo del borde de la maceta, y luego rellena los lados con más sustrato, presionando suavemente para eliminar las bolsas de aire. Un riego inicial completo ayudará a asentar la tierra y establecer un buen contacto entre las raíces y su nuevo hogar.
Una vez plantado, el geranio inglés necesitará un breve período de aclimatación. Colócalo en un lugar con luz brillante pero indirecta durante la primera semana para evitar el estrés del sol directo mientras sus raíces comienzan a establecerse. Mantén el sustrato ligeramente húmedo pero no empapado. Es importante resistir la tentación de fertilizar inmediatamente después de la plantación, ya que las raíces son vulnerables y pueden quemarse. Espera al menos tres o cuatro semanas, o hasta que veas signos evidentes de nuevo crecimiento, para comenzar un programa de fertilización regular.
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La propagación por esquejes de tallo
La propagación a través de esquejes de tallo es el método más popular y efectivo para multiplicar los geranios ingleses. Este proceso no solo es sencillo, sino que también tiene una alta tasa de éxito y permite obtener nuevas plantas en un período de tiempo relativamente corto. El mejor momento para tomar los esquejes es a finales del verano o principios del otoño, utilizando los tallos sanos y vigorosos que han crecido durante la temporada. Alternativamente, la primavera también es un buen momento, aprovechando los recortes de la poda de rejuvenecimiento. Elegir el material de propagación adecuado es el primer paso crítico para el éxito.
Para tomar un esqueje, selecciona un tallo sano y no floreciente de la planta madre. Con una navaja afilada y esterilizada o unas tijeras de podar, realiza un corte limpio de unos 8 a 10 centímetros de longitud, justo por debajo de un nudo foliar (el punto donde crece una hoja). Retira las hojas de la mitad inferior del esqueje, dejando solo dos o tres hojas en la parte superior. La eliminación de las hojas inferiores es importante porque reduce la pérdida de agua por transpiración y evita que las hojas se pudran al estar en contacto con el medio de enraizamiento.
Una vez preparado el esqueje, tienes la opción de utilizar una hormona de enraizamiento en polvo o en gel para acelerar el proceso y aumentar las posibilidades de éxito, aunque los geranios suelen enraizar bien sin ella. Simplemente sumerge la base cortada del esqueje en la hormona, sacudiendo el exceso. Luego, inserta el esqueje en una maceta pequeña llena de un medio de enraizamiento ligero y con buen drenaje, como una mezcla de turba y perlita o vermiculita. Entierra aproximadamente la mitad de la longitud del esqueje en el sustrato y presiona suavemente alrededor de la base para asegurarlo.
El cuidado de los esquejes durante el enraizamiento es crucial. Riega ligeramente el sustrato después de plantar y colócalos en un lugar cálido y con luz indirecta. Para mantener un alto nivel de humedad, puedes cubrir las macetas con una bolsa de plástico transparente, asegurándote de abrirla unos minutos cada día para permitir la ventilación y evitar la formación de moho. El enraizamiento suele tardar entre 3 y 6 semanas. Sabrás que el esqueje ha enraizado cuando ofrezca una ligera resistencia al tirar suavemente de él o cuando comiences a ver nuevo crecimiento en la parte superior. Una vez enraizado, podrás trasplantarlo a una maceta más grande con sustrato normal.
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Propagación en agua
Aunque la propagación en sustrato es el método más común, los esquejes de geranio inglés también pueden enraizar en agua, una técnica que permite observar directamente el desarrollo de las raíces. Este método es fascinante y puede ser una excelente manera de iniciar a los niños o a los principiantes en el mundo de la propagación de plantas. El proceso de preparación del esqueje es idéntico al descrito anteriormente: se selecciona un tallo sano, se corta a la longitud adecuada y se retiran las hojas inferiores, dejando solo unas pocas en la parte superior para la fotosíntesis.
Para enraizar en agua, simplemente coloca el esqueje preparado en un recipiente de vidrio o un frasco lleno de agua, asegurándote de que los nudos foliares inferiores estén sumergidos pero que las hojas restantes queden por encima de la línea del agua. El uso de un recipiente transparente es ideal, ya que te permite monitorear el crecimiento de las raíces sin perturbar el esqueje. Coloca el recipiente en un lugar con luz brillante e indirecta, como el alféizar de una ventana que no reciba sol directo y fuerte, ya que esto podría sobrecalentar el agua y dañar el esqueje.
El mantenimiento durante el enraizamiento en agua es sencillo pero importante. Es fundamental cambiar el agua cada dos o tres días para mantenerla oxigenada y prevenir el crecimiento de bacterias o algas, lo que podría provocar la pudrición del tallo. Si el agua se vuelve turbia, cámbiala inmediatamente. En unas pocas semanas, deberías empezar a ver pequeñas raíces blancas emergiendo de los nudos sumergidos. Este proceso visual es una de las mayores ventajas de este método.
Una vez que las raíces hayan alcanzado una longitud de dos a tres centímetros, es el momento de trasplantar el esqueje a una maceta con sustrato. Este es un paso delicado, ya que las raíces cultivadas en agua son más frágiles que las cultivadas en tierra. Prepara una maceta con una mezcla de sustrato con buen drenaje y haz un pequeño agujero en el centro. Coloca con cuidado el esqueje enraizado y rellena suavemente con tierra, evitando dañar las nuevas raíces. Riega bien y mantén el sustrato constantemente húmedo (pero no encharcado) durante la primera semana para ayudar a las raíces a adaptarse a su nuevo entorno terrestre.
Cuidados post-propagación
Una vez que tus esquejes han enraizado con éxito y han sido trasplantados a sus macetas individuales, comienza una nueva fase de cuidados para asegurar que se conviertan en plantas fuertes y saludables. Durante las primeras semanas después del trasplante, las jóvenes plantas son todavía vulnerables. Es crucial proporcionarles las condiciones adecuadas para que continúen su desarrollo sin estrés. Manténlas en un lugar con luz brillante pero indirecta, ya que el sol directo puede ser demasiado intenso para sus sistemas radiculares aún en desarrollo.
El riego debe gestionarse con cuidado en esta etapa. El objetivo es mantener el sustrato ligeramente húmedo de manera constante, pero evitando a toda costa el encharcamiento, que podría pudrir las delicadas raíces nuevas. Deja que la capa superior del sustrato se seque ligeramente entre riegos antes de volver a aplicar agua. A medida que la planta crece y desarrolla un sistema radicular más extenso, podrás espaciar gradualmente los riegos, siguiendo las pautas para una planta adulta.
La fertilización no debe iniciarse inmediatamente después del trasplante. Dale a la planta al menos un mes para que se establezca en su nueva maceta. Una vez que observes un crecimiento nuevo y vigoroso, puedes comenzar a aplicar un fertilizante líquido equilibrado, diluido a la mitad de la fuerza recomendada. Abona cada tres o cuatro semanas durante la temporada de crecimiento. Un exceso de fertilizante en esta etapa temprana puede quemar las raíces y dañar la planta, por lo que es mejor ser cauto.
A medida que la joven planta crezca, es una buena idea pinzar las puntas de los tallos principales. Esta técnica, que consiste en pellizcar el brote terminal, fomenta la ramificación y ayuda a desarrollar una planta más compacta, frondosa y con más puntos de floración en el futuro. Realizar este pinzado cuando la planta tiene unos pocos pares de hojas establecidas sentará las bases para una estructura fuerte y una exhibición floral impresionante cuando alcance la madurez. Este pequeño paso en su juventud tendrá un gran impacto en su forma y floración futuras.
📷Velq1958, CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons
